domingo, 1 de enero de 2023

NIJINSKY -1-


"Bastaba
con observar su apariencia física: Nijinsky era él mismo, sin lugar a dudas, un fauno; una auténtica criatura salvaje con sangre y resabios, que vivía entre los hombres como dándose codazos en el corazón, atrapado a la fuerza en una sociedad en la que no se hallaba cómodo. La gente se arremolinaba en torno a él, y como un ave ahogada Nijinsky volvía una vez y otra la cabeza como si lo único que desease en tales momentos fuese golpear o asestar un puñetazo en el estómago a cualquiera que tratase de dirigirse a él. Solía mantenerse ausente, zahería con su indiferencia a sus admiradores. Casi nunca hablaba con nadie. Su presencia parecía sumida en un sueño, como si viviera en un plano diferente al real y humano" ... La fría figura icónica no acaba nunca de aceptarse a sí misma, semeja vivir entre las escorias de un carácter que lo traiciona a cada instante; es como si no hallara nunca la revelación incorporativa que pueda concederle un sentido humano. El ser convertido en símbolo vive, pues, casi extraviado frente a la psicopatología de la histeria constante. Es un equívoco de sí mismo. Parece no indagar sobre su vida, sino más bien sobre el espejo en que se refleja. Busca ocultarse del hambre devoradora de las multitudes que lo persiguen, prefiriendo hacer de su personalidad, incluido el amour propre, un bosquejo rápido e indefinido (aunque no a todos pueda atribuírseles estas mismas cualidades, puesto que siempre abundarán más los ídolos que no se resistan al juego de la fama) . Observan la palabra como un medio inseguro, cual una emboscada mental con apertura a la ansiedad de la masa y que por ello mismo les agota la propia imaginación. La criatura icónica no inspirada por el deseo de atraer la atención, rehuye el rincón de los encuentros pleno de aristas punzantes y abre surcos de desconcierto. Es como si viviera en una constante y dolorosa exploración de su conciencia, y, en consecuencia, el contacto físico con las multitudes que la acosan jamás puede aliviar esa especie de sensación agotadora que aflige sus pensamientos. Es raro que algún argumento racional influya en ellos. Son una especie de sonámbulos que avanzan peligrosamente al borde de un abismo. Y muchas veces se muestran como seres condenados a la autodestrucción. Esos mismos defectos de controvertido carácter, esas monstruosidades que horadan su psique, convierten a estas criaturas humanas en personajes del misterio y en insoslayables polos de máxima atracción. Cuando el ser icónico se ramifica en torno al mundo que odia es agudo y penetrante en su facultad crítica, ávido en su franqueza, descarado en su menosprecio. No hay mejor fuente de información que su "diario", única perspectiva capaz de abrir los inextricables rumbos del pensamiento: fechas, lugares, nombres, anécdotas, ilusiones, rencores: "Quiero escribir este libro -concreta el símbolo-, pues quiero explicar qué es el sentimiento. Sé que mucha gente dirá que en él sólo está mi opinión sobre el sentimiento, pero sé que no es verdad, pues esa opinión proviene de los mandatos de Dios". El diario es, pues, su lamento tortuoso, delirante, arrebatado y misterioso. El icono que habla, el reloj que compone y descompone las horas, el tic tac que percute una vez y otra, descargando la conciencia entre las fronteras de la realidad y de la esquizofrenia. 
 

"CITAS": DIARY OF VASLAV NIJINSKY: ED. RÓMOLA NIJINSKY-NEW YORK-SIMON & SCHUSTER, 1936



"La vida fue pájaro y vuelo, después sólo pico y garras. Un juego amargo, un temblor de carroña arrojado a la insatisfacción del deseo... Mi soledad se parece a los buitres, sólo en la muerte encuentra compañía. Tiene pico corvo y plumaje negro... Hoy asesiné los sentimientos de culpa, me desprendí de la cabeza a los pies del pesado ropaje, y herí con mi afilada desnudez de navajas el aire. Parpadearon los espejos e hice la guerra con una adolescente pervertida y fui rojo subido, el púrpura caído de la tarde... Mi elasticidad es un dolor que sueña curvaturas, balanceo de cañas, juncos o mimbres, lo que cae del viento: en volutas, huracanado, gritando... Romola: tu llanto me hace pensar que todavía creo en algo... ¿Soy Apis o el árbol de Tolstoi? ¡No sé! Pero te amé rural como una hoja de álamo, una y otra vez, amarilla, abiertamente. Tú eras la momia, yo el centro, la corola, el espectro de la rosa. Ellos: las espinas de la condena... Muchas veces fui fiera enjaulada. El día que pueda escapar en el escapar, lo presiento, aullará la muerte... El exceso de sensibilidad me hizo levitar. Me hizo ángel, colibrí, mariposa, arrojada flor, rosa. Y la embriaguez de los aplausos me deshojó, me desaló, me desplumó... (París era como yo: un "milagro"; lo dijo Proust). Después del después de la locura terminé extraviándome

                                 TRIUNFO Y TRAGEDIA

Vaslav Fomich Nijinsky (Vatslav Fomich Nizhinskiy-Вацлав Фомич Нижинский) nace en Kiev, Ukraine, el 12 de marzo de 1890. Sus padres, los bailarines Tomasz Nizynski y Eleonora Bereda, radicados en Rusia, eran originarios de Polonia. Vaslav fue bautizado en Varsovia, y pese a considerarse hijo de etnia polaca y conceptuarla como su auténtica nacionalidad, su infancia transcurriría en tierras de la Rusia profunda donde sus padres habían hallado acomodo y trabajo. El futuro gran bailarín escribió: "Mi madre me amamantó con leche polaca al mismo tiempo que con dicha lengua. Sin embargo, jamás pude hablar en polaco. Era como si nunca me hubiera sentido capacitado para hacerlo." Pese a todo, durante toda su vida, el único idioma que Nijinsky utilizó para sus rezos fue el polaco.
 



Se integra al Imperial Ballet School en 1900, donde estudia bajo la dirección del bailarín Enrico Cecchetti (1850-Roma-1928), mimo e inventor del famoso Cecchetti Method, celebrado por su régimen de rígido entrenamiento anatómico. Recibe lecciones asimismo de Nikolai Legat y Pavel Gerdt reputados bailarines del Imperial Russian Ballet. A los 18 años alcanza ya el podium de la popularidad. Mathilde Kschessinska (1872-1971), también de origen polaco, y que posee el honorífico rango de "primma ballerina assoluta" del Russian Ballet elige en 1910 a Vaslav Nijinsky para que dance en el "revival" "Le Talisman" creado por el gran coreógrafo Marius Petipa.



En 1909 el joven Nijinsky conoce a Sergei Diaghilev [Сергей Павлович Дягилев], crítico, jerarca y gran empresario de los Ballets Russes, capaz como ningún otro de abrir el camino del éxito a bailarines y coreógrafos. En dicho año la compañía de Diaghilev presenta en París a Vaslav Nijinsky y a su máxima bailarina Anna Pavlova. Los Ballets Russes se convierten en uno de los sucesos sociales y artísticos más importantes de la capital francesa. En la Compañía se hallan también el excepcional coreógrafo Mikhail Fokine y el diseñador, no menos famoso, Leon (Lev) Bakst.

 


Sergei Diaghilev, como mentor del joven bailarín, dispone con su acostumbrado equilibrio empresarial nuevos proyectos para Nijinsky y una inminente gira por lo mejores teatros europeos. Coreografiados por Fokine, Vaslav baila "Le Spectre de la Rose" de Carl Maria Von Weber) y "Petrouschka" de Igor Stravinsky, recreaciones ampliamente aclamadas y celebradas. El desbordante talento interpretativo del joven Vaslav se hace patente en piezas coreografiadas por Fokine como "Le pavillon d'Armide", música de Nikolai Tcherepnin, "Cleopatra", música de Anton Arensky (compositores rusos), y un magnífico "divertissement" como "La Fète". Su madurez expresiva se muestra sumamente exquisita en el pas de deux de "The Sleeping Beauty" de Piotr Ilich Tchaikovsky.

Siguió "Giselle"  de  Adolphe Adam, y en los ballets de Fokine "Carnaval" y "Sheherezade",  basado en la suite orquestal de Rimsky-Korsakov, formando pareja con Tamara Karsavina en el Mariinsky Theatre de Saint Petersburg. Ambos fueron considerados como "los artistas más ejemplares de todos los tiempos". No obstante, Nijinsky fue despedido del Gran Opera & Ballet Mariinsky Theatre a raíz de una queja expresada por la Emperatriz Viuda Maria Feodorovna. Interpretando a Albrecht de "Giselle", Vaslav había aparecido en el escenario con almilla muy ajustada carente del obligatorio protector exigido a los protagonistas masculinos. Maria Feodorovna había considerado la citada aparición de Nijinsky como "absolutamente obscena" 
 

                            L'APRÈS-MIDI D'UN FAUNE


En la cúspide de su éxito, Vaslav, enfrentándose a Fokine, decide llevar las riendas de sus próximas coreografías. Crea un inolvidable "L'Après-midi d'un Faune", basándose en la sensual pieza de Claude Debussy: "Prelude à l'après-midi d'un Faune", 1912, "Jeux", 1913, y "Till Eulenspiegel", 1916. En su estreno parisiense, "L'Après-midi d'un Faune" sufre una violenta y negativa reacción popular del público que asiste al Théâtre de Champs-Élysées: Vaslav se masturba con el velo de una ninfa durante el último "tableau". No obstante dicha escena es defendida enconadamente por el joven escultor Auguste Rodin, por el pintor Odilon Redon y el escritor Marcel Proust.




 

La siguiente coreografía de Nijinsky "Le Sacre du Printemps", música de Igor Stravinsky, ofrenda el primer choque del público asistente al espectáculo con los conceptos de nueva danza expresados por la música futurística de Igor Stravinsky. Los retorcidos movimientos angulares del inusitado ballet de Vaslav expresan un conceptual sentimiento interno del arte musical completamente acorde con lo que se llamaría "música moderna". El fracaso de "Le Sacre du Printemps" en Champs Élysées resultaría estrepitoso.
 
En 1913 los Ballets Russes habían iniciado una gira por Sudamérica. Diaghilev no acompaña a Vaslav, vencido por un supersticioso temor a morir ahogado surcando el océano (fallecería el 19 de agosto de 1929 de diabetes en Venecia, y pese a su gran fobia hacia el mar, sería inhumado frente al mismo en la isla de San Michele, en la susodicha Venecia). Durante la tournée el bailarín conoce a Romola de Pulszky [20 de febrero 1891-8 de junio 1978] una condesa húngara, fan declarada del arte de Vaslav Nijinsky. Vaslav no se siente atraído por la joven condesa. Continuas y manifiestas depresiones se suceden durante el viaje por Sudamérica. Finalmente, el afecto que le prodiga Romola de Pulszky [desemboca en matrimonio. Se casan en Buenos Aires. 
 

Y de su enlace nacieron dos hijas: Kyra [también bailarina] y Tamara Nijinsky [Romola sufrió junto a él, sus propios sueños de una vida brillante como la esposa de una leyenda del ballet se hicieron añicos. Ella era alternativamente protectora de Nijinsky y negligente con él, al mismo tiempo que trabajaba furiosamente para financiar su cuidado y usaba su mito para promover su propia celebridad. Contra todo pronóstico, cuando murió en 1978, 28 años después de su marido, había mantenido vivo su nombre y el suyo propio] 
 
 
A su regreso a Europa, el sofisticado empresario Sergei Diaghilev, escéptico ante el matrimonio, decepcionado por la decisión adoptada por su máxima estrella, y tras haber proyectado para Vaslav una nueva tournée por Norteamérica en 1916 que no podrá llevarse a efecto, decide romper con el bailarín, retirándole su apoyo, mecenazgo y amistad. La rigurosa actitud adoptada contra él por Diaghilev muestran cierto hálito de verdades encubiertas en sus relaciones, que de amor idealizado y platónico pasa a cobrar groseros visos de pederastia.  (Nacido en Selisch, Imperio Ruso el 31 de marzo de 1872, fallecería el 19 de agosto de 1929 de diabetes en Venecia, y pese a su gran fobia hacia el mar, sería inhumado frente al mismo en la isla de San Michele, en la susodicha Venecia).

Nijinsky trató de crear su propia compañía, pero las contrataciones en Londres no pudieron superar los problemas administrativos. 

Durante la Primer Guerra Mundial, Nijinsky fue sometido a arresto domiciliario en Hungría por ser ciudadano ruso. Diáguilev logró sacar del país a Nijinsky gracias a la intervención de Alfonso XIII y su Oficina Pro Cautivos,​ y en 1916 realizó una gira por Norteamérica durante la que coreografió y protagonizó "Till Eulenspiegel", su último ballet. Fue en esa época cuando comenzó a dar señales de padecer esquizofrenia, que fueronson observados por los compañeros del joven bailarín durante un concienzudo montaje de "Till Eulenspiegel" Tenía miedo de los otros bailarines y necesitaba que una trampilla quedase abierta.  En 1919 sufre un colapso nervioso que pone fin a su carrera de éxitos. Trasladado a Suiza por su esposa Romola, fue tratado sin éxito por un afamado psiquiatra llamado Eugen Bleuler. En Vaslav Nijinsky palpita la más honda tristeza del hombre acabado ante lo que él considerará una vida totalmente frustrada en plena juventud y gloria (como expresa continuamente en su famoso "Nijinsky's Diary", escrito durante los seis semanas en que estuvo hospitalizado en Suiza, y antes de ser trasladado al primer instituto de salud o Insane Asylum. Sus exposiciones, oscuras y confusas, constituyen el desesperado trabajo de un auténtico esquizofrénico). El resto de su existencia se resumiría así en un continuo deambular entre clínicas psiquiátricas y manicomios. 



 
Fallece de insuficiencia renal el 8 de abril de 1950 en Londres a la edad de 60 años. En 1953 sus restos son trasladados al Montmartre Cemetery, París, junto a los panteones del bailarín Gaétan Vestris, del escritor Théophile Gautier y la bailarina Emma Livry.



Tras su muerte, se le efectúa un examen médico con la esperanza de hallar una explicación a los asombrosos y afamados "saltos Nijinsky". Le es amputado un pie a fin de comprobar si la formación de los huesos del extraordinario bailarín podían mostrar alguna diferencia con los de cualquier hombre corriente. Decepcionados, los médicos no lograron descubrir nada inhabitual en él.

   HERBERT ROSS-GEORGE DE LA PEÑA Y ALAN BATES

 

HOLLYWOOD RECREA AL SER ICÓNICO "VASLAV NIJINSKY" EN SU ÚLTIMA ETAPA